✦192: Cómo salir del Día de la marmota
Estar bloqueada es quedarse enganchada en el mismo momento de la historia sin poder avanzar. Pero ¿y si hubiera estrategias para salir del tiovivo?
🥧 Tu Mitología gastro > 🥧 Proceso Creativo
Esa rueda de hámster me suena
La mente puede llegar a ser muy puñetera. ¿Quién no se ha visto rumiando el mismo asunto y sintiendo las mismas emociones (no muy agradables, por cierto) una y otra vez?
Por alguna misteriosa razón, creemos que dar vueltas nos asegura una puerta de salida, una salvación mágica. Solo hay que ver a Bill Murray en esa famosa película.
Si estás pensando que el secreto está en cambiar de perspectiva, tranqui, te adelanto que esa no es la solución que voy a proponerte.
LA FRASE
«Mi misión en la vida no es simplemente sobrevivir, sino prosperar; y hacerlo con algo de pasión, algo de compasión, algo de humor y algo de estilo».
MAYA ANGELOU
¿Dónde está la salida?
Nombrar -concretar- qué es lo que nos está bloqueando es el primer paso para liberarnos de la zarza en la que nos hemos enmarañado.
A la hora de crear pueden darse diversas situaciones por las que sentimos que no podemos avanzar en nuestro proyecto. Es entonces cuando esas situaciones se convierten en obstáculos.
En la Pepaletter de hoy voy a ayudarte a identificar algunos de los obstáculos más comunes:
Cuando faltan piezas del puzzle
Sabes que lo que tienes es bueno y sabes que te mueves en la dirección correcta. Sin embargo, parece que hay algo que falla y no das con lo que es.
Imaginas el cuadro, tienes el puzzle, pero la imagen no aparece. Amiga, te faltan piezas. Es posible que hayas salido de la fase de exploración e investigación demasiado pronto.
¿La solución?
👉 Volver al origen no es retroceder, sigue estudiando y la imagen tomará forma. No temas ni dudes. Vas a encontrar la pieza que te falta.
Cuando falta el hilo conductor
En esta ocasión, las piezas están todas y sabes que son estas. No es que lo intuyas, lo sabes. Sin embargo, lo que has reunido parece más un ecléctico salpicón de marisco que una suave, brillante y sedosa crème brûlée.
¿¡Dónde está el problema!?
Si en el caso anterior la verdad estaba ahí fuera, en este caso la verdad está aquí dentro:
👉 Reúne lo que ya tienes y no temas parar y reflexionar. Confía en la voz interior que te ha hecho reunir estos elementos. No está equivocada, solo necesitas encontrar la idea que las liga.
Cuando falta identificar lo que sientes
¡Ay las emociones! ¡Qué bonitas son las agradables y qué j*#!& las incómodas!
Tú lo sabes, yo lo sé: son justo las más desagradables las que alimentan nuestro fuego creativo e impulsan sus llamas hasta lo más alto.
¡Pero qué medito da sentirlas!
¿Cómo dar un pasito y sentirnos seguras si abrimos el grifo?
👉 A menudo lo que más tememos es no saber cómo vamos a reaccionar si nos permitimos sentir. ¿Y si es demasié y luego no sé cómo salir del agujero? Amiga, para agujero en el que nos metemos cuando evitamos sentir. Es hora de cultivar la fe y de crear espacio para que pueda salir lo que necesite salir. Tómate tu tiempo y deja que la historia pueda seguir adelante. Lo desagradable no es malo. Solo es incómodo.
Cuando falta el desarrollo (de la idea)
Esa idea es la caña. Te hace vibrar, tiene sentido, mueres por contársela al mundo… Sin embargo, cuando empiezas a ejecutarla no tiene ni pies ni cabeza.
¿Qué ha pasado aquí? ¡Si en tu mente sonaba a potentorro vals primaveral!
Pues ha pasado lo que suele pasar cuando las ideas salen de su mundo i-de-al y aterrizan en el limitado entorno mundano: que jamás están a la altura.
¿Significa eso que hay que abandonar?
¡Para nada!
👉 Significa que hay que darle calorcito como si empollaras un huevo: observa tu idea, escribe TODO lo que se te ocurra sobre ella, dale vueltas, obsérvala desde diferentes ángulos, cocínala, dibújala, busca dónde «falla» y sigue desarrollándola.
Cuando falta pronunciarte
Ojalá nos contaran desde el principio que crear es pronunciarse. Cada vez que creamos contamos cómo vemos el mundo, qué nos importa, qué tememos, qué valoramos, qué rechazamos…
Sin embargo, tomar partido de manera consciente y «llamar a las cosas por su nombre» a veces da medito.
¿Y si se me malinterpreta?, ¿y si no me entienden?, ¿y si pierdo público/audiencia/clientes…?
Pero en algún momento nos damos cuenta de una gran verdad: nunca, jamás de los jamases, vamos a gustar a todo el mundo. Ni lo que creamos, tampoco.
👉 A veces, sabemos de antemano lo que queremos decir y solo tenemos que darle forma. Pero otras, necesitamos crear para que nuestra obra nos revele qué queremos decir. En ese caso, es a toro pasao que podemos encontrar el hilo de nuestra historia y ponernos en marcha verdaderamente.
Pronunciarse es de valientes. Crear es de valientes.
Y quiero contarte que he encontrado una fuente de valentía que jamás se agota. En la próxima Pepaletter te hablaré de ella.
El camino sigue 💛
Me ha encantado Pepa, muy buenos consejos. Un abrazo grande
Me ha gustado mucho, gracias 🫂