✦193: Qué son en realidad los mitos
«Pura fantasía». «Cuentos para niños». «Con lo que teníamos que contentarnos antes de que llegara la ciencia». Pero no.
¿Y si los mitos no fueran lo que tú crees?
Dicen que el mejor escondite para algo que no quieres que se encuentre (además de la segunda página de resultados de Google) es ante los ojos de todo el mundo.
Esta estrategia de ocultación se basa en la idea de que confundir, emborronar y distraer es mejor que esconder o prohibir.
Y es que esconder o prohibir provoca justo la respuesta contraria: ¿Quién no ha sentido alguna vez la necesidad de saber algo que no quieren que descubra?
¡Que se lo digan a Eva!
Pero oye, quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
LA FRASE
«Aunque te leyeras un montón de textos sobre cómo mirar, no te serviría de nada. Ponte a hacerlo.».
CORITA KENT
La moto que nos han vendido (y que todos hemos comprado)
Solo hay una verdad y es observable y medible. Todo lo que no quepa en esta cajita, es mentira. ¡A la hoguera!
Y tras siglos y siglos alimentando esa hoguera, tenemos una fogata tan inmensa y brillante que ¡ahora cualquiera la ignora!
Pero vayamos paso a paso.
Resulta que en esa hoguera hay muchas cosas. Entre ellas, los mitos.
Porque los mitos, según hemos aprendido, son cuentos infantiles que la gente se inventaba antiguamente para entretenerse y explicarse el mundo cuando aún no habíamos inventado la ciencia.
Puros relatos fantasiosos y moralizantes que tratan de inculcarnos una manera de ver el mundo que, oye, nosotros ya hemos superado.
Era así, ¿verdad?
Lo que no interesa que sepamos ¡y por qué!
Pero resulta que, si tiramos del hilo, si vamos a los textos antiguos de nuestra cultura, si estudiamos los cimientos de nuestra civilización, nos encontramos con algo muy distinto.
Y es que los mitos, lejos de ser pan y circo, encierran verdades universales (sí, verdades, en plural) que guían al ser humano en su camino vital. Los mitos son una fuente inagotable de valentía, sabiduría y confianza:
Revelan claves para afrontar las dificultades con las que TODOS nos encontramos sin importar el momento histórico, la etnia ni el país.
Ilustran la manera de enfrentarse a los conflictos que TODOS llegamos a experimentar en algún momento de nuestras vidas.
Contienen herramientas concretas para abordar CUALQUIER acción que necesitemos emprender.
¿Imaginas cómo sería el mundo si tuviéramos en nuestras manos este conocimiento y encima supiéramos cómo aplicarlo EN LA PRÁCTICA, en el DÍA A DÍA?
Quién sabe, quizás entonces no creeríamos que necesitamos 17 pantalones, 28 cremas, el último teléfono (en preventa, por favor), ni estar al tanto (minuto a minuto, imprescindible) del nuevo gesto de Musk, la enésima actualización del algoritmo de Instagram o el nombre del hijo de Angelina Jolie.
Y quizás entonces los que viven de que tú y yo prestemos atención a todo esto e invirtamos NUESTRA VIDA en conseguir, saber y comprar todo esto, no tendrían el poder que les permite convertir el mundo en lo que lo están estamos convirtiendo.
Llámame loca.
La otra cara de la luna de los mitos
Pero, como te decía, los mitos no están escondidos en la cueva de una isla secreta tras una enorme montaña nevada que tienes que atravesar escalando si quieres leerlos.
Están ahí, en la librería de tu barrio, en las bibliotecas públicas de tu ciudad, incluso, a menudo, gratis en internet.
Entonces, ¿cuál es el problema?
Que hemos olvidado cómo leerlos. Que ya no sabemos cómo interpretarlos, cómo extraer, comprender y aplicar sus enseñanzas.
Pero tranqui, doy fe de que eso, no solo se puede aprender, sino que además se puede descubrir cómo llevártelo a tu terreno, cómo aplicarlo a tu vida, a tu contexto, a tus proyectos y a tus obstáculos/bloqueos/miedos.
Es más. Doy fe de que existe un tipo de mitos específicos que contienen todo el conocimiento y todas las herramientas que necesitamos para abordar cualquier proyecto creativo. Concretamente, para identificar qué nos paraliza y qué hacer para pasar a la acción: cuál es nuestro camino para materializar nuestras ideas. Porque, aunque todos los caminos llevan a Roma, no todos los caminos son iguales.
En la próxima Pepaletter, te hablaré de este extraordinario tipo de mitos.
El camino sigue 💛
Tus textos dejan siempre el apetito abierto ante el próximo snack, geniales. Un abrazo