✦206: ¿Hay que ser (un poco) mitómano para recorrer el Camino Creativo?
Sobre la extraña intersección entre el trastorno psicológico de la mitomanía y la dinámica del Camino Creativo.
🥧 Tu Mitología gastro > 🥧 Tu Discurso Creativo
La lucecita de alarma
En una semana en la que hemos visto a Frank Cuesta admitiendo (inicialmente) que su Camino Creativo ha sido fruto de su mitomanía (un trastorno psicológico que lleva a fabricar historias falsas o exageradas de forma constante), nuestro pensamiento crítico quizás haya encendido una lucecita:
¿Existe una diferencia entre ser un creador que recorre su propio Camino Creativo guiado por un relato-guía y ser un mitómano que inventa historias exageradas?
LA FRASE
«Todo gira alrededor de un relato. El relato es la trama que asignamos a la vida.»
JOSEPH CAMPBELL
La dinámica del Camino Creativo
La dinámica del Camino Creativo implica 3 cuestiones básicas:
Imaginar un futuro distinto (por ejemplo, «quiero dedicarme a…»).
Creer que las cosas serán un día como imaginamos («lograré vivir de mi proyecto creativo»)
Actuar en consecuencia («voy a practicar mi arte/oficio de manera regular»/ «voy a aprender la técnica que me falta»…).
👉 Para entrar en esta dinámica (y mantenerla), es necesario establecer un relato nuevo capaz de guiarnos para cambiar la realidad inicial y de comunicarla luego a los demás.
Pero ¿qué es todo esto de «creadores», «caminos creativos» y «relatos-guía»?, ¿por qué parece acercarse tanto a la mitomanía?
Las cosas claras y el chocolate espeso
Exploremos estas 4 cuestiones (los creadores, el Camino Creativo, el relato-guía y la mitomanía) para descubrir si es que hay diferencias entre ser un creador que recorre su propio Camino Creativo guiado por un relato-guía y ser un mitómano que inventa historias exageradas.
Abróchense que vienen curvas.
Creadores
Joseph Campbell (ese autor que no menciono nunca 😉) define su noción de Mitología Creativa como un orden que surge de las intuiciones, sentimientos, pensamientos y la visión de un individuo que es fiel a los valores de su propia experiencia, en vez de a los dictados de la autoridad.
Esta idea de Campbell refleja de una manera cristalina lo que para mí es un «creador»: personas que somos fieles a los valores de nuestra propia experiencia y hacemos surgir un proyecto cimentado sobre nuestras intuiciones, sentimientos, pensamientos y visión.
Como ves, esta idea va más allá de lo que en redes sociales se entiende como «creador de contenido», a pesar de que los «creadores» del mundo actual suelen ser también «creadores de contenido».
Pero ¿qué hace exactamente un creador?
Camino Creativo
Un creador recorre su Camino Creativo, ese que aparece a medida que actúa con fidelidad a los valores de su propia experiencia.
Esto quiere decir que un creador se deja guiar por las intuiciones, sentimientos, pensamientos y la visión que emergen de su propia experiencia, no de los que le dicta la autoridad del momento (sea esta la sociedad, la familia, la academia, el algoritmo…).
Por lo tanto, un Camino Creativo es siempre propio (porque responde a una experiencia personal), innovador (porque, aunque tendrá nexos de unión con otras tradiciones, ideas o personas, hunde sus raíces en vivencias y conexiones únicas) y, generalmente, desafiante porque comienza sin un mapa.
Si ya estás en ello, ya sabes que a menudo es tan desafiante que una se plantea abandonar semejante gesta:
Entre el síndrome del impostor, las demandas de la vida cotidiana y la incomprensión del entorno, ¿cómo lo hacen esas personas que logran convertir sus desafíos en energía creativa en vez de sucumbir a la tentación de huir?
Esta es, como te cuento en el correo de bienvenida de la Pepaletter, la pregunta que me lleva acompañando desde que tengo uso de razón. Y todo mi proyecto profesional se basa en la respuesta que hallé al embarcarme en mi propio Camino:
Relato-guía
Las preguntas que de verdad nos rompen la cabeza suelen no tener una respuesta «oficial». Si de verdad queremos necesitamos una respuesta, nos tocará encontrarla por nosotros mismos.
La cuestión es que desde mi experiencia (a la que, como buena creadora, procuro ser fiel) hay una sola cosa que diferencia a las personas que convierten sus desafíos en energía creativa de las que acaban presas de una vida de huidas, distracciones o evasiones.
Y esa «cosa» no es ni una fuerza de voluntad extraordinaria, ni unas condiciones socioeconómicas favorables, ni una inteligencia sobrehumana. Los héroes los dejamos para la mentalidad del espectáculo, aquí hablamos de experiencias reales y universales.
Esa «cosa» que diferencia a las personas que convierten sus desafíos en energía creativa de las que acaban sumergidas en una vida sin sentido es lo que llamo un Discurso Creativo, un relato-guía que se diferencia de la mayoría de las historias actuales en que recupera el espíritu original de las historias ancestrales: que no solo promueven ideas y agitan emociones, sino que son guía interior, impulsan nuestra realización y nos ayudan a aportar nuestro granito de arena.
Pero ¿existe una diferencia entre ser un creador que recorre su propio Camino Creativo guiado por su Discurso-guía y ser un mitómano que inventa historias exageradas?
Mitómanos
La mitomanía es un fenómeno descrito por primera vez en 1891 por el psiquiatra suizo Anton Delbrück. Lo identificó como una tendencia patológica y compulsiva a mentir o inventar historias de manera reiterada, sin un motivo evidente y a menudo llegando a creerse esas propias invenciones.
En la mitomanía la fabricación de relatos se vuelve incontrolable y termina afectando la vida personal de los afectados. Y es que la frontera entre realidad y ficción se desdibuja hasta convertirse en una trampa de la que resulta difícil salir.
La clave: con qué intención se crea el relato, cuál es su propósito
Seguro que ya te has dado cuenta: La principal diferencia entre ambos radica en la intención del relato.
👉 Un creador articula un Discurso Creativo con el objetivo de encontrar guía, propósito e identidad en su Camino Creativo vida y conectar con personas afines (que pueden convertirse en audiencia, clientes, colaboradores, amigos…). Un creador es, en última instancia, un artista.
👉 Un mitómano inventa relatos por compulsión sin ninguna finalidad. Un mitómano sufre un trastorno psicológico.
El Discurso-guía persigue la creación artística/cultural; mientras que los relatos del mitómano buscan evadirse de la realidad y lograr la atención por la atención.
Pero hay algo más.
El Discurso Creativo del creador hunde sus raíces en su propia historia y en sus capacidades e intereses, es decir, en su visión. Un Discurso Creativo siempre es consciente.
Las historias que inventa el mitómano pertenecen a otro ámbito, no al de la consciencia.
Entonces, ¿hay que ser un poco mitómano para recorrer el Camino Creativo?
No, no hay que inventar historias fantásticas ni sufrir mitomanía para navegar el Camino Creativo. Solo necesitamos cultivar un Discurso Creativo honesto, fiel a nuestra experiencia y valores, que dé forma a nuestra visión.
Nuestro Discurso Creativo puede parecer «exagerado», «loco», «inútil»… a quienes no comparten nuestra visión, pero la diferencia crucial está en la consciencia y la intención: como creadores, usamos nuestro Discurso como brújula, no como escapatoria.
Vamos, que tu Discurso Creativo no necesita ser grandilocuente para ser poderoso. Solo necesita ser fiel a tus vivencias y tu punto de vista para servirte como puente entre tu mundo interior y el que deseas crear.
El camino sigue. 💛
Según te leo veo el discurso creativo como una táctica que usamos más de lo que hubiera pensado. Cada vez que iniciamos una idea con un fin y lo llevamos a cabo estamos abriendo ese camino "creativo".
Gracias por compartir 😊 tanto aprendizaje de forma tan sencilla y detallada.
Un abrazo