✦191: ¿Tú produces o creas?
Producir y crear son 2 modelos distintos para dar vida a tus ideas. Si tu modelo es creativo, aquí encontrarás una perspectiva para vivir tu camino con entusiasmo, salud, armonía y foco.
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Crear es un proceso sorprendente y transformador
Tener una intuición, imaginar el resultado, darte cuenta de que necesitas meditar sobre tu idea, expandirla, probar, aprender… Dejarla en barbecho y explorar otras ideas. Volver sobre ella y tratar de darle forma mediante diversos movimientos, pulirla, contarla, continuar puliéndola…
La creación sucede mediante un proceso que casi nunca es lineal. Pero siempre es sorprendente y transformador. La producción, en cambio, sigue un plan prediseñado con resultados previsibles e idénticos.
Pero antes de meternos de lleno en esta idea, una aclaración: la distinción que hago entre el Modelo de la Producción y el Modelo de la Creación se refiere a «maneras de hacer». Sobre todo a la manera en la que vivimos nuestro camino creativo.
LA FRASE
«Aunque te leyeras un montón de textos sobre cómo mirar, no te serviría de nada. Ponte a hacerlo.».
CORITA KENT
Experimentando el eterno drama
Observar los ciclos que nos rodean nos da un conocimiento más profundo de nuestros propios ciclos.
En el ciclo anual es fácil advertir el drama del nacimiento, la muerte y la resurrección:
Si miramos al cielo: En el solsticio de invierno nace la luz, que muere en el solsticio de verano y renace de nuevo en el próximo invierno.
Si miramos a la tierra: En primavera, nacen las plantas que se han estado gestando bajo tierra durante el invierno, para dar sus frutos en verano y morir en otoño.
Y este mismo drama se replica y replica en todos los ciclos que nos rodean, así como en los ciclos que vivimos en nuestro interior: Desde nuestra propia vida y sus etapas de maduración, hasta cualquier proceso de creación (inicio, desarrollo, obra acabada), pasando por el transcurso de un día (mañana, tarde, noche) o la elaboración de un pan (ingredientes, masa, pan), el drama es el mismo:
No hay vida sin muerte, no hay luz sin oscuridad y no hay ascenso sin descenso. Para que algo nuevo nazca, otra cosa debe morir Vivimos en un inmenso ciclo de contracción y expansión del que nuestra propia respiración quizás sea el ejemplo más inmediato.
El Modelo de la Producción y el tiempo lineal
El Modelo de la Producción simula una eterna primavera: ¡venga a dar flores como si no hubiera un mañana!
Pero tú y yo sabemos que sí lo hay y que, si durante el invierno no se gestan las plantas bajo tierra, ¿qué flores van a brotar en primavera?
El Modelo de la Producción se basa en seguir los pasos de un plan para obtener siempre los mismos resultados en el menor tiempo posible, priorizando conseguir la mayor rentabilidad económica.
Su funcionamiento es ideal para máquinas, algoritmos y programas. Para las personas, no tanto.
¿Podemos imitarlo? Por supuesto. Pero posiblemente, no por mucho tiempo. Y es que, más pronto que tarde, el agotamiento, la sensación de sinsentido o la de «estar más perdidos que el barco del arroz» llamarán a nuestra puerta.
El modelo de la Creatividad y el tiempo cíclico
En las ediciones 189 y 190 de la Pepaletter descubrimos que el proceso creativo es una historia.
En esta edición, afinamos un poquito más para explorar cómo el proceso creativo es una historia de carácter cíclico. Es decir, una historia que no solo tiene un inicio, un desarrollo y un final, sino que ese mismo final supone un «nuevo» principio que nos brinda una comprensión más profunda de los temas, herramientas o ideas que tocamos con nuestro acto creativo.
Vivimos una época que idolatra lo nuevo y desprecia lo «ya conocido». Como si todo pudiera conocerse en un instante. Volver sobre «lo mismo» es tener la oportunidad de mirar el mundo siempre con otros ojos.
Buscando un equilibrio entre dos maneras de hacer
El Modelo de la Producción se basa en ejecutar los pasos de un plan para obtener los mismos resultados en el menor tiempo posible, priorizando conseguir la mayor rentabilidad económica.
Por el contrario, el Modelo de la Creatividad se basa en seguir nuestra intuición, entusiasmo o voz interior para descubrir y dar vida a ideas que buscan materializarse a través de nosotros.
Sé que no todo el mundo entiende la creatividad de esta manera. Pero yo escribo para las personas que sí lo hacen.
Sin embargo, cuando tenemos lo que hoy llamamos un «trabajo creativo» (¿cuál no lo es?) y además es por cuenta propia, a menudo nos encontramos en la situación de querer necesitar encontrar un equilibrio entre ambos modelos.
Esto suele suceder porque, si nos dirigimos en exceso hacia el Modelo de la Producción, nos acabamos quemando. Pero si nos dirigimos en exceso al Modelo de la Creatividad corremos el riesgo de desconectarnos del mundo exterior.
Ambos excesos desembocan en bloqueos, porque ambos excesos nos llevan a la sensación de estar descentradas.
En la próxima Pepaletter te hablaré, no de cómo evitar estos bloqueos, sino de las diferentes formas que toman y cómo detectarlos.
El camino sigue 💛